
Roma. El director de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Jacques Diuf, manifestó durante una audiencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores y de Agricultura del Parlamento italiano, que el alza de precio de los alimentos elevó el número de hambrientos en el mundo en 75 millones de personas, pasó de 859 millones a 925 millones en 2007.
El precio de los alimentos registró un alza de 12% el 2006 con relación al año anterior, de 24% el 2007 y de 50% durante el primer semestre de 2008, agregó Diuf. “Hay que invertir 30.000 millones de dólares por año para duplicar la producción alimentaria y eliminar el Hambre”, añadió.
Calificó la cifra como “bastante molesta” en comparación a los desembolsos europeos de apoyo a la agricultura (376.000 millones), o los gastos en armamento (1,2 billones de dólares en 2006).
Ante este panorama se ha invertido la tendencia positiva que se registraba para la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), de reducir a la mitad la proporción de personas hambrientas en el mundo para 2015, posibilidad que se hace aun más remota.
Según la FAO, los más afectados por la escalada de precio de los alimentos han sido los más pobres, los campesinos y las familias cuyo jefe de hogar son las madres, reproduciendo el círculo vicioso de pobreza y hambre, y los países más golpeados están en África.